01 mayo, 2013

ONE BOWL CHOCOLATE CAKE



Hace tiempo que tenía guardada esta receta por la pinta que tenía, porque se hace todo en un mismo bowl (no manchamos apenas, eso es importante) y porque prometía ser fácil y rápida. Y así ha sido todo, os la recomiendo, muy rica y nos saca de un apuro si queremos algo vistoso sin complicarnos demasiado. La encontré en El Rincón de Bea, aquí podéis ver la suya.
 
 
Podría ser mejor, más grande, más bonita, pero no más especial.
Llenita de velas las pusimos sobre la mesa para celebrar el cumpleaños de mi padre, un cumpleaños también especial...me reservo la edad ;)
Las fotos a toda prisa y corriendo para la casa de campo para pasar el día allí...la sesión y la fotógrafa no daban para más. Os aseguro que rica estaba y creo que apetecer, apetece, no?. La hice la misma mañana así que es cierto que es rápida, os la recomiendo.

 
Esta entrada, como no, es para él, para mi padre.
Por ser como eres, por no tener ni un mal recuerdo tuyo. Por todo lo que me das, por lo que siempre me has dado y porque me lo sigas dando muchíiiiimos años más y yo pueda hacer muchíiiiimas tartas y bien grandes para poder llenarlas de muchíiiiiimas velas que soplarás con la ayuda de tus nietos a los que no podemos cerrar la boca detrás de una tarta ;)
Felicidades!!!.
 
ONE BOWL CHOCOLATE CAKE.
 
Necesitarás:
 
Para el bizcocho...
(yo he doblado los ingredientes y he repartido en tres moldes para hornear)
- 65gr de cacao en polvo Valor
- 210gr de harina trigo todo uso
- 250gr de azúcar
- 1 y 1/2 cucharaditas de bicarbonato sódico
- 3/4 cucharadita de polvo de hornear ( royal, levadura química)
- 3/4 cucharadita de sal
- 2 huevos grandes
- 180ml de buttermilk (si no lo encuentras puedes hacerlo casero, tienes la receta al final)
- 180ml de agua tibia
- 3 cucharadas de aceite de oliva suave
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
 
Para el frosting y relleno...
(con esta cantidad es suficiente aunque doblemos los ingredientes del bizcocho)
- 300gr de azúcar glass
- 30gr de cacao en polvo Valor
- una pizca de sal
- 150gr de queso crema (Philadelphia)
- 225gr de mantequilla
- 250gr de chocolate 70%
- 180ml de nata fresca ( creme fraiche o sour cream)
 
Así se hace:
 
 Para hacer el bizcocho...
1. Precalienta el horno a 175ºC.
2. Engrasa con aceite o con spray especial tres moldes desmoldables (Bea usa dos de 15cm) y prepararlos con papel de hornear en la base.
3. Tamiza  en el vaso del robot (o mezcla muy bien a mano) la harina, cacao en polvo, azúcar, polvo de hornear , bicarbonato, sal y reserva.
4. Añade a esta mezcla seca los huevos, buttermilk, agua, aceite y extracto de vainilla. Bate aproximadamente durante unos 3 minutos o hasta que la masa no tenga grumos.
5. Divide la masa exactamente entre los tres moldes.
6. Hornea durante 35 minutos (yo lo tuve bastante más) o hasta que al introducir un palillo, éste salga limpio.
7. Deja reposar fuera del horno sobre una rejilla unos 15 minutos. Pasado este tiempo desmolda y deja enfriar totalmente boca arriba sobre una rejilla. Cuando estén totalmente fríos envuelvelos en papel film y los vas a dejar hasta el día siguiente. Ten cuidado al manipular porque son bastante frágiles hasta que enfrían.

Para hacer el frosting...
1. Derrite a baño maría el chocolate. Deja reposar y enfriar un poco.
2. Tamiza el azúcar, cacao en polvo y sal.
3. Bate la mantequilla y el queso (todo a temperatura ambiente) un par de minutos.
4. Añade el azúcar y bate durante unos minutos hasta que esté totalmente integrado.
5. Echa el chocolate derretido y bate.
6. Añade finalmente la nata fresca y bate hasta que este totalmente incorporado. Si el frosting está demasiado blando guarda unos minutos en la nevera.


* Para hacer el Buttermilk (suero de leche) tienes dos opciones:
- Echar una cucharada de zumo de limón o vinagre blanco a 250ml de leche y dejarla reposar durante 10 minutos a temperatura ambiente.
- Echar una cucharada y media de cremor tártaro a 250ml de leche y dejarla reposar durante 10 minutos a temperatura ambiente.
(en ambos casos tendrá la apariencia de leche cortada o yogurt muy líquido. Esa es su textura, hay que remover bien y usarla directamente.
 
En sus orígenes, el Buttermilk era el suero que queda cuando la nata se batía y se convertía en mantequilla. En la actualidad se obtiene añadiendo bacterias de ácido láctico a la leche desnatada o semidesnatada y cultivándola/fermentándola para obtener un sabor ligeramente ácido. Debido a su acidez, el suero de leche suele tener un periodo largo de conservación. El buttermilk añade un delicioso sabor a miel y mucha jugosidad a los productos horneados, además casi siempre esta asociado al bicarbonato sódico ya que neutraliza algo de su acidez. En ningún caso debería sustituirse por leche.